Las divinanzas de José Mateos


José Mateos (Jerez de la Frontera, 1963) comienzó a trabajar en el Diario de Jerez, coordinando, primero junto a Juan Bonilla y más tarde ya en solitario, el suplemento cultural Citas. La editorial Renacimiento publica por entonces su primer libro Una extraña ciudad. A este libro le seguirán otros, ya en la editorial Pre-Textos, sello al que se vincula a partir de su segundo libro y en el que ha aparecido casi toda su obra: Soliloquios y divinanzas, Canciones, La niebla, La Razón y otras dudas, entre otros. En 2006 la colección de la editorial Comares, La Veleta, dirigida por Andrés Trapiello, publicó su poesía completa hasta esa fecha bajo el título Reunión. Ha desarrollado, además, un intensa labor al frente de diferentes proyectos culturales. Como pintor ha realizado algunas exposiciones entre las que cabe destacar Artesevilla (Feria de Arte Contemporáneo, Sevilla 2002),  Poesía y Pintura (Fundación Cultural Andaluza, Sevilla, 2005) o Lejos de mí (Sala de arte Tornería, Jerez, 2007). Los aforismos -divinanzas, como las llama- que publicamos han sido seleccionados para su inclusión en El Aforista por el propio autor.



Gracias al silencio existe la música. Gracias a aquello que no puedo expresar, puedo expresarme.



Cuando consigo quitarme a mí mismo de delante de mis ojos, entonces, cómo cantan y ríen las cosas.



Siempre que la verdad sale a la luz, se oscurece.



Cuanto más amor se gasta, más amor se tiene.



Entre el hombre y las estrellas hay demasiadas ideas de distancia.



Menos el hombre, todas las cosas han aprendido a hablar ocultando que hablan.



He visto cuidar y velar al que no podía y no he visto nada más hermoso.



El moralista que no ve en el hombre nada digno de amor, qué idea más pobre tiene del amor.



Las respuestas responden, pero sólo las preguntas revelan.



Vigila tus adjetivos. Una mala adjetivación emponzoñó la realidad para siempre.



Las palabras, fuera de la poesía: carne masticada.



Como somos polvo, sólo la levedad puede convertir en vuelo nuestro descenso.



Las buenas metáforas desnudan los ojos.



Observa la mano: quien da, siembra.



Un cuerpo enfermo transparenta mejor el alma.



Es lo que me exigen las musas: que apague la luz para que se encienda la oscuridad.



Nos engañan las palabras: son ellas las que nos escriben.



Un alma que se aquieta viaja más lejos que cualquier camino.



Desconfía de la verdad que carezca de misterio. Es falsa.



El alma que agradece ¿qué podrá mancharla?



El miedo es el que mejor sabe que hay palabras que, si las pronunciamos, aparecen.



El filósofo se pasa la vida buscando inútilmente lo que solo nos encuentra.



A lo largo de una vida se regresa de la muerte más de una vez. Pero de haber nacido nadie regresa.



Los periódicos saben cómo hacer para que la verdad engañe.



Cuando se escurren los trapos sucios chorrean lágrimas.





 Libros al Albur



Aforistas españoles vivos

Como un suculento y nutricio menú degustación ha sido mi lectura de este Aforistas españoles vivos que Libros al Albur ha puesto al alcance de los lectores aficionados al género. Un espléndido menú de once platos sabiamente combinados en los que, en variadas dosis y tiempos de cocción, y picando de aquí de y de allá, se paladean todos los sabores conocidos, si bien, al menos para quien esto suscribe y acaso producto de los tiempos que corren, lo ácido y lo amargo se llevan la palma.



De los aforismos de Lichtenberg, que tradicionalmente han conocido una excelente acogida en el mercado editorial español, existen tres ediciones distintas, publicadas por Edhasa, Cátedra y Fondo de Cultura Económica. Este volumen publicado por Hermida Editores, el primero de la obra completa que ahora se publica en traducción de Carlos Fortea y prólogo de Jaime Fernández, recoge los tres primeros cuadernos según la edición canónica publicada en alemán, con lo cual nos encontramos ante una novedad de importancia dentro del género en español.



Los Aforismos de Oscar Wilde que recopila Gabril Insausti en esta edición recientemente editada por Renacimiento, dentro de la magnífica colección A la mínima dirigida por Manuel Neila, suponen una magnífica demostración del inmenso talento del autor para el género más brave. Se trata, en su mayoría, de frases entresacadas de sus propias obras, que avalan la capacidad sintética, incluso sentenciosa, del irlandés.


Ilusión y verdad del arte, de Nietzsche

Ilusión y verdad del arte es una antología de pensamientos de Friedrich Nietzsche en torno al tema de la ilusión y la autenticidad en el arte. Escogidos, traducidos y prologados por Miguel Catalán, dan una visión panorámica de las ideas del filósofo alemán sobre la función y el sentido del arte en la vida humana. Aunque el orden de los textos es temático y no temporal, por estas páginas van pasando ante los ojos del lector las distintas fases del pensamiento de Nietzsche hasta los casi desconocidos fragmentos póstumos.



Reflexiones del señor Z. no es un libro de aforismos, en el sentido clásico del término: sus 259 textos, más o menos breves todos ellos, encajan mal con la aspiración más o menos moral, más o menos sapiencial, del lapidario género más breve. Aquí, unos llevan a otros, como cuentas distintas de un mismo collar. Reflexiones del señor Z. tampoco es un libro de microrrelatos, entendidos como lentejuelas narrativas que brillan un momento, cuando incide sobre ellas la luz de la lectura, y luego se apaga. En este caso, la luz rebota y va dando saltos, sin encontrar un posadero al final.



La ventana invertida, del filósofo y mago Miguel Catalán, no es su primer libro. Ni es el primer libro suyo que leo. A Catalán, como a mí, le gusta lo breve. Seguramente, al igual que yo, lo ha leído todo. Sin duda es un lector exhaustivo, pero se queda con lo nuclear, lo contundente, lo esencial. Y todo ello le inspira lo propio. Esta “ventada invertida” lo presupone. Se nota que tiene un gran dominio de la concisión, al menos para expresar sus pensamientos por escrito. Y yo se lo agradezco profundamente. Esta ventana suya nos ofrece las reflexiones que se hace a sí mismo sobre su entorno más interno y externo.


La cruel certeza de Pérez Antolín

El aforismo goza de plena salud. Como género literario, ofrece una fórmula reflexiva, provocadora, asertiva que, pese a los interrogantes que es susceptible de abrir, da seguridad, pues proporciona una racionalidad que persigue poner en orden el mundo. Y el nuevo libro de Mario Pérez Antolín, La más cruel de las certezas, es un buen ejemplo de la actualidad del aforismo y de su eficacia como medio de expresar una racionalidad frente al desorden.



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