Cuestionario Chamfort: Carmen Canet


Carmen Canet (Almería, 1955) es Doctora en Filología Hispánica por la Universidad de Granada y Profesora de Lengua y Literatura. Ejerce la crítica literaria en periódicos y revistas desde 1980, y actualmente colabora en Cuadernos del Sur del Diario de Córdoba, en Los Diablos Azules de infoLibre, en Zurgai, Clarín y Turia, entre otros medios. Tiene publicados diversos trabajos de investigación, propuestas educativas y didácticas, estudios sobre revistas literarias y rutas literarias, así como ensayos sobre la escritura aforística. Ha sido incluida en varias antologías poéticas. En el ámbito de la escritura breve, ha publicado Malabarismos (2016) y Luciérnagas (2018); ha editado Él mide las palabras y me tiende la mano. Aforismos en la obra de Luis García Montero (2017); y ha sido incluida en Bajo el signo de Atenea. Diez aforistas de hoy (2017) y Concisos. Aforistas españoles contemporáneos (2017).

1. ¿Recuerda cuándo empezó a escribir aforismos de una forma consciente, es decir, comprometido con el género en cuanto autor? 

Llevo desde muy joven con este gusto por las frases memorables de autores clásicos, incluso de niña jugaba con mi abuelo a cambiar y contestar a los refranes populares (“Lo descortés sí quita lo valiente”). Siempre me han llamado la atención las citas, los versos. Copiaba en libretas las frases de los libros que leía. También he jugado a contestar a los aforismos (así, del “Todo fluye”, de Heráclito, al “Todo fluye, hasta que deja de fluir heráclitamente”). Me he pasado la vida apuntando ideas que me encontraba en mi quehacer diario, pero sin ningún propósito. Fue a partir de finales del XX y ya en el XXI cuando en alguna revista, periódicos, lecturas literarias, conferencias y redes fui sacando a la luz algunos de mis aforismos. Pero hasta 2016 no aparecieron publicados en libro.

2. ¿Cuál es su método de creación y composición de aforismos? ¿Los corrige de forma concienzuda, o prefiere respetar la primera intuición? 

Hay algunos aforismos que me has salido del tirón, pero la gran mayoría he tenido que darles algunas vueltas. El escritor de aforismos no es el que se sienta tradicionalmente, con un horario y una metodología, a escribirlos como suele hacer un novelista o un poeta (“Lanzada al aire la idea, el aforista tropieza y recoge vidas sucesivas, incluida la propia”). Tengo cuadernos por todas partes, en el bolso, en la mesita de noche, en el salón, en la cocina. No puedo salir sin un cuaderno. La mayoría de ideas que apunto, son frases que elimino, otras retoco y retoco, y luego pulo.

3. ¿Cuál son sus aforistas de cabecera?

Tengo que decir que fue Gracián el primer aforista que me deslumbró con su ingenio y su sutileza cuando lo estudié en el instituto. Ya Nietzsche, a propósito de su Oráculo manual, habló de su influencia sobre los moralistas franceses del XVII, que tan importantes han sido para mí. También han sido imprescindibles Montaigne, La Rochefoucauld, así como Lichtenberg y Oscar Wilde. Los franceses de nuevo, Chamfort, Joubert, y Renard. Actualmente tenemos grandes aforistas que duermen al lado de mi cabecera, en la mesita de noche.

4. Dígame su aforismo favorito, aquel que envidia no haber escrito usted.

No es envidia, es pasión: “Ingenio sublime nunca crió gusto ratero” (Gracián). Hay numerosos, pero he elegido uno.

5. ¿Recuerda el mejor aforismo sobre el aforismo que haya leído? 

Pongo tres: “Sé breve en tus razonamientos, que ninguno hay gustoso si es largo” (Cervantes). ”La brevedad es el alma del ingenio” (Shakespeare). “Escribir corto, para concluir antes que hastiar” (Gómez Dávila).

6. ¿Qué lugar ocupa el aforismo en su actividad creadora, respecto a otros géneros? 

Actualmente el aforismo es el centro de mi escritura, pero sigo con la crítica literaria y el ensayo, que es a lo que me dedicado desde los años 80. Pero he escrito aforismos toda mi vida, de ahí la cantidad de material que tengo recogido en cuadernos y que poco a poco iré sacando.

7. ¿Cree que se está produciendo en España cierta burbuja aforística?

No lo creo. El género aforístico ha existido siempre y ha tenido a lo largo de la historia momentos memorables y otros, menos. La segunda mitad del siglo XX ha sido una época de penumbra, aunque tenemos escritores que han escrito aforismos junto a su escritura habitual. Lo que sí es cierto es que vivimos un florecimiento, un tiempo feliz. Era un renacimiento necesario. Hay una explosión de personas que salen al paso de esta escritura como una moda y algunos públicamente han rechazado el aforismo como ocurrencias, pero ahora los escriben. Será el paso del tiempo quien se decantará por los buenos aforistas, aquellos que preservan la esencia del género. El aforismo ha resurgido y responde al aire ligero, fragmentario de nuestro tiempo (“En tiempos de crisis conviene mejor pensar en breve”).

8. ¿Qué influencia cree que pueden haber ocasionado ciertos fenómenos sociales (como la publicidad o las redes sociales) en el actual boom del aforismo?

Es cierto que las redes tan en boga (Twitter, Facebook) hace que esté de moda, y puede que hasta haya tenido repercusión, no hay duda, pero sin olvidar nunca que esas ocurrencias e instantaneidades no se deben confundir con el género literario aforístico, que requiere de una base cultural y del uso literario de las herramientas del lenguaje.

9. ¿Qué virtud y qué peligro puede tener el aforismo respecto a otros géneros literarios?

Peligro ninguno, riqueza sí. Este género clásico, que ha existido desde la Antigua Grecia y Roma y que actualmente está viviendo una época floreciente, es algo maravilloso. Cada vez hay más editoriales que crean colecciones para este género fragmentario y fronterizo, el cual sabemos que hasta ahora unas veces se incluía en prosa y otras, en poesía. También es importante la labor de algunas editoriales especializadas en el género; los blogs, aunque son mínimos, les dan también difusión. Los lectores lo van conociendo, y cada vez gusta más por su brevedad, por sus características, las cuales dan lugar a otra forma de leer. Algunas personas del sector de la enseñanza tratamos desde nuestra posición acercarlos al alumnado y a los clubes de lectura de grupos o de bibliotecas, y está gustando mucho.

10. Para terminar, obséquieme con un aforismo inédito, nunca antes publicado en ningún otro sitio.

El aforismo es una aventura corta pero intensa.






Enciclopedia de libros españoles de aforismos

Inauguramos nueva sección, en la que vamos a empezar a recopilar los mejores aforismos de los libros escritos por autores nacidos o residentes en España, y publicados en nuestro país a partir del año 2010 en adelante. Lo hacemos para reunir en un único espacio virtual la más ingente cantidad de información posible sobre este tema, a modo de "enciclopedia" para su consulta por parte de cualquier interesado o estudioso en el futuro. Las primera obras que incorporamos son los libros de Carlos Marzal, Ana Pérez Cañamares, Manuel Neila, Victoria León, José Luis Morante, Ander Mayora, Jordi Doce, Dionisia García, Fernando Menéndez, Erika Martínez, Felix Trull, José Antonio Santano, Emilio López Medina, Carmen Canet, José Ángel Cilleruelo, Pedro Roso, Antonio Rivero Taravillo, Miguel Ángel Arcas, Gabriel Insausti y Mario Pérez Antolín, entre otros.


Los aforistas que se ocupan de Dios

Una somera lectura de los libros publicados en España en los últimos años, y ciñéndonos exclusivamente al siglo XXI, nos permite afirmar, de manera taxativa, que los aforistas españoles vivos, contra la impresión apresurada, sí se ocupan de Dios. A propósito de la publicación de la antología Las cosas que no son. Los aforistas y Dios por parte de Libros al Albur, reunimos un puñado de aforismos sobre Dios escritos por Juan Kruz, José Luis García Martín, Gregorio Luri o Jesús Cotta, entre muchos otros.


De poetas a aforistas

Iniciamos en El Aforista una ronda de entrevistas con poetas que, en un momento dado, empezaron a cultivar el género más breve, hasta incorporarlo a su quehacer cotidiano. Contribuyen Ana Pérez Cañamares, León Molina, José Luis Morante, Raquel Vázquez, Karlos Linazasoro y Erika Martínez, entre otros.


Cioran: la pausa del espíritu

Émil Cioran fue uno de los escritores más personalmente antihumanistas del s. XX. Nacido en Rumanía, hijo -como Nietzsche- de un pastor, recaló en París hasta su muerte, renegando de todos los rebaños. Sus libros, justamente célebres por su pesimista visión de la existencia, poseen una bella melancolía que los salva de la insulsa salmodia quejica. En ellos, además, encontramos muchos de los aforismos más redondos de la filosofía reciente; herederos, en parte, de los del Schopenhauer de Parerga y Paralipomena, así como de los textos breves de Lichtenberg y Kierkegaard, abordan de manera acerada y cruel algunos de los temas lacerantes de nuestra condición humana: la plenitud imposible, la muerte, el fracaso, la historia y sus pesos, la poesía y sus contrapesos...  En El Aforista nos hacemos eco de algunos de los reunidos en El ocaso del pensamiento (1940), uno de sus títulos formalmente más equilibrados y austeros, si es que se pueden usar dichos epítetos en un autor tan decididamente desmesurado.


Los aforistas y la paternidad

¿Qué queda de la paternidad en el siglo XXI? ¿Hay todavía hombres que la vivan como un hecho gozoso y crucial de sus existencias, incluso como una suerte de “bautismo” personal? Con el objetivo de aportar alguna luz a este asunto, capital en la vida de todo hombre, Libros al Albur ha invitado a varios aforistas a aportar sus textos donde dejan constancia de su experiencia personal al respecto, lo cual ha dado como fruto Fili Mei. Los aforistas y Dios, una antología que verá la luz en breve. Publicamos un breve adelanto en exclusiva.


Pessoa: aprender a no ser nadie

La obra y la personalidad de Fernando Pessoa han sido sobradamente estudiadas, analizadas e incluso desmenuzadas desde que, en 1982, se diera a conocer uno de los títulos mayúsculos del siglo XX, su proteico y deforme Libro del desasosiego. La pluralidad y heterogeneidad del autor eran, no sólo conocidas, sino fomentadas por él mismo, así que sería ocioso abundar de nuevo en ello. Aun así, tal vez se haya incidido excesivamente en su gusto por los heterónimos desde la perspectiva de la multiplicación de la identidad personal, orillando el hecho de que, detrás de ella, late un proyecto de destrucción de la misma, una verdadera tarea de conquista del anonimato esencial del ser humano.


Gil-Albert: el placer de discurrir

Un arte de vivir es un volumen misceláneo, compuesto por anotaciones dispersas entre las cuales los aforismos tienen un papel destacado, donde Juan Gil-Albert (Alcoi, 1904-Valencia, 1994) "escribe, como si se tratara de un dietario personal", en palabras de Claudia Simón, aquellas reflexiones en bruto que luego darían pie, o no, a algunos de sus poemas, ensayos o artículos de prensa. Ese carácter primario, un tanto visceral, nos permite acceder a la intimidad del escritor desde una perspectiva nueva, la cual ya habíamos avizorado en su Breviarium vitae. Son sus disquisiciones, aun inspiradas en la España de su época, de total actualidad, plenamente vigentes, lo cual nos informa, para nuestro espanto, de lo poco que cambian algunas naciones por mucho que muden sus estructuras políticas, y para nuestro consuelo, de lo mucho que perviven los buenos textos cuando apuntan a lo esencial.


Hiram Barrios: "El aforismo es una suerte de épica posmoderna"

El Aforista entrevista a Hiram Barrios, a propósito del boom aforístico que está experimentando España en los últimos años. Barrios (nacido en 1983) es escritor, traductor y catedrático. Estudió Letras en la UNAM y es especialista en Literatura Mexicana por la UAM. Ha publicado cuentos, poemas, ensayos y traducciones para distintas revistas, periódicos y suplementos culturales de circulación nacional. Textos suyos han aparecido en revistas de Colombia, Venezuela, Argentina y España. Es autor de los libros El monstruo y otras mariposas (ensayo, 2013) y Apócrifo (aforismo, 2014). Como experto estudioso del aforismo, también es responsable de la antología de autores mexicanos titulada Lapidario (2015). Es profesor de arte y literatura en el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.


Los sofismas de Vicente Núñez

Vicente Núñez (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1926 - 2002) empezó a publicar sus peculiares 'sofismas' en octubre de 1987, y siguió haciéndolo prácticamente hasta su muerte en las páginas de los periódicos Córdoba y El Correo de Andalucía. Según indica Miguel Casado, "se trata de tiradas breves, que recogen en cada caso ocho o diez frases, sin una especial ordenación ni alguna clase de afinidad temática". Estos sofismas se recogieron en volumen en varias ocasiones: Sofisma (1994), Entimema (1997) o Sorites (2000). El propio Casado publicó la antología Nuevos sofismas (Germania, Alzira, 2001), en la cual agrupaba los aforismos por temas, a modo de diccionario extravagante; con ello muchas de las anotaciones se iluminaban entre sí, logrando una apariencia sistemática que tal vez no había buscado conscientemente el autor (lo cual no significa que no existiera). En El Aforista compartimos algunos de los aforismos de este libro que más nos han llamado la atención.


Karl Kraus: el artista es el Otro

En palabras del filósofo y aforista Miguel Catalán, "de la síntesis entre lo ético estético procede la importancia del aforismo que, a partir de 1905, irá dominando toda la escritura del austríaco Karl Kraus (28 de abril de 1874 - 12 de junio de 1936), pero que constituye también la forma secreta de toda su escritura. Canetti lo expresa indicando que en sus libros y discursos nunca existió un principio organizador dominante, sino que las frases aisladas (inatacables, perfectas) iban ensamblando, el modo de sillares, una Muralla China igualmente eficaz en todas sus partes. Quintaesencia de su estilo y de un ideario personal que intentaba unificar fondo y forma, el aforismo de Kraus presenta una densidad excepcional y unas aristas cortantes, cualidades que tanto influirían en el estilo de escritura de Ludwig Wittgenstein, Elias Canetti, Thomas Bernhard o Peter Handke". El Aforista publica una breve selección de los aforismos de Karl Kraus, extraídos de La tarea del artista (Casimiro, Madrid, 2011), con la pertinente autorización de su traductor y antólogo, el propio Catalán, a quien agradecemos su generosidad.


María Zambrano: la entraña del cielo

En el libro titulado Dictados y sentencias (Edhasa, Barcelona, 1999), Antoni Marí realizó una selección de frases entresacadas de las obras de María Zambrano, tal vez la autora más densa, honda y audaz del pensamiento español de todos los tiempos. La exigencia de claridad que la propia Zambrano planteaba como horizonte moral y conceptual de la filosofía se traduce en un estilo con sobreabundancia de expresiones rotundas, apodícticas, válidas por sí mismas aunque deudoras de una cosmovisión que las ilumina y dignifica. Es por ello que la operación desnaturalizadora de Marí, y en general de todas las antologías que destilan aforismos a partir de textos de otra naturaleza, encuentra en este caso una plena justificación, tanto filosófica como poética.