Caosmos: ¿cómo organizar un libro de aforismos?


José Luis Trullo.- La cuestión de cómo organizar un libro de aforismos (cuya génesis suele ser azarosa e incluso caótica, al ritmo de la ocurrencia y la inspiración) está cobrando, con la maduración del género, una urgencia insoslayable. Si, hasta fechas recientes, el lector acogía con gusto -e incluso con cierto alivio- la relativa informalidad con que se sucedían los aforismos en los volúmenes al uso, lo cual les otorgaba la apariencia de cuaderno de notas o diario al vuelo, la proliferación de títulos aforísticos que se ha venido produciendo en los últimos años amenaza con saturarle ante el aluvión de frases inconexas y sugerencias sin hilación aparente entre sí.

De hecho, que existe cierta conciencia del problema entre los autores de aforismos se pone de manifiesto en la reciente publicación, este mismo año, de varios libros que superan de manera explícita el carácter misceláneo para abrazar una estructura que dote de alguna consistencia externa a la dispersión consustancial al aforismo.

Este es el caso de Tempo de silencios, de Fernando Menéndez (un autor con una intensa predilección por superponer a sus frases breves alguna suerte de superestructura que los reúna en un todo coherente, aunque parcial), quien organiza sus creaciones de acuerdo a una pauta musical, a modo de partitura en la cual el escritor asumiría el papel de compositor y los aforismos, de notas sobre el pentagrama.

Camasde Aitor Francos, es un caso extremo, pues se trata de una obra de naturaleza inaudita, una especie de auto sacramental, metafísico, donde dos personajes y una voz narradora se interpelan, reflexionan e interactúan en un escenario anómico, incluso espectral. Estamos ante un experimento literario muy audaz, en ocasiones árido, ante el cual el lector de aforismos más convencional se puede sentir perdido, incluso abrumado. Ahora bien, la apuesta vale la pena, ya que pone de manifiesto tanto el talento del autor como su renuncia al molde previsible y adocenado, tan frecuente por lo demás, de la mera antología de ocurrencias.

Ya en un acorde más clásico podemos citar los libros de aforismos recientes cuya unidad la proporciona una elección temática previa, casi monográfica: tal es el caso de los dos libros que ha publicado Emilio López Medina en 2018, El arte jovial y Del amor y todo lo que le es propio. El peligro de esta fórmula es la impresión de "notas previas" a la redacción de un ensayo no nato, como si se tratase de un guión de una película que nunca se llegó a rodar. Y es que, para poder hablar de aforismos y no de meros apuntes, es preciso que cada uno de ellos conserve su plena autonomía semántica... lo cual no siempre ocurre.

En La ciencia de lo inútil, Juan Manuel Uría Iriarte opta también por la vertebración temática para "organizar el caos" propio de la escritura aforística cuando se vuelca en la horma libresca, o libraria: es el suyo un compendio de intuiciones teóricas acerca de la naturaleza de la poesía que pueden ser leídas perfectamente por separado, aunque reunidas en un mismo volumen adquieren una mayor enjundia al alimentarse unas a otras.

Pere Saborit, en El color de la paradoja, prefiere en cambio echar mano de una estrategia retóricamente ficcional, que viene utilizando desde su primer libro -publicado nada menos que hace treinta años-, de manera que atribuye sus elaborados aforismos a una personaje hipotético, X., que se hace así depositario de todas las ideas que pergeña el filósofo. Es un recurso inteligente y original, si bien puede a la largo puede acabar resultando fatigoso y previsible.

Ramon Eder, por último, nos presenta en Pequeña galaxia una recopilación de todos sus aforismos sobre el aforismo (o metaforismos), tanto éditos como inéditos, de modo que la unidad del volumen procede de la elección temática, aparte de la que le infunde el inconfundible genio de su autor.

Tanto en los casos más extremos como en aquellos que prefieren fórmulas menos arriesgadas, todos estos ejemplos dan buena cuenta de la inquietud que empieza a cundir entre los aforistas en activo a propósito de la cuestión señalada al principio, a saber: cómo organizar la dispersión inherente al género aforístico, sin traicionar su naturaleza en cierto modo caótica pero tratando de llevar el género a nuevos horizontes de maduración y desarrollo.

Estaremos atentos.






Enciclopedia de libros españoles de aforismos

Inauguramos nueva sección, en la que vamos a empezar a recopilar los mejores aforismos de los libros escritos por autores nacidos o residentes en España, y publicados en nuestro país a partir del año 2010 en adelante. Lo hacemos para reunir en un único espacio virtual la más ingente cantidad de información posible sobre este tema, a modo de "enciclopedia" para su consulta por parte de cualquier interesado o estudioso en el futuro. Las primera obras que incorporamos son los libros de Carlos Marzal, Ana Pérez Cañamares, Manuel Neila, Victoria León, José Luis Morante, Ander Mayora, Jordi Doce, Dionisia García, Fernando Menéndez, Erika Martínez, Felix Trull, José Antonio Santano, Emilio López Medina, Carmen Canet, José Ángel Cilleruelo, Pedro Roso, Antonio Rivero Taravillo, Miguel Ángel Arcas, Gabriel Insausti y Mario Pérez Antolín, entre otros.


Los aforistas que se ocupan de Dios

Una somera lectura de los libros publicados en España en los últimos años, y ciñéndonos exclusivamente al siglo XXI, nos permite afirmar, de manera taxativa, que los aforistas españoles vivos, contra la impresión apresurada, sí se ocupan de Dios. A propósito de la publicación de la antología Las cosas que no son. Los aforistas y Dios por parte de Libros al Albur, reunimos un puñado de aforismos sobre Dios escritos por Juan Kruz, José Luis García Martín, Gregorio Luri o Jesús Cotta, entre muchos otros.


De poetas a aforistas

Iniciamos en El Aforista una ronda de entrevistas con poetas que, en un momento dado, empezaron a cultivar el género más breve, hasta incorporarlo a su quehacer cotidiano. Contribuyen Ana Pérez Cañamares, León Molina, José Luis Morante, Raquel Vázquez, Karlos Linazasoro y Erika Martínez, entre otros.


Cioran: la pausa del espíritu

Émil Cioran fue uno de los escritores más personalmente antihumanistas del s. XX. Nacido en Rumanía, hijo -como Nietzsche- de un pastor, recaló en París hasta su muerte, renegando de todos los rebaños. Sus libros, justamente célebres por su pesimista visión de la existencia, poseen una bella melancolía que los salva de la insulsa salmodia quejica. En ellos, además, encontramos muchos de los aforismos más redondos de la filosofía reciente; herederos, en parte, de los del Schopenhauer de Parerga y Paralipomena, así como de los textos breves de Lichtenberg y Kierkegaard, abordan de manera acerada y cruel algunos de los temas lacerantes de nuestra condición humana: la plenitud imposible, la muerte, el fracaso, la historia y sus pesos, la poesía y sus contrapesos...  En El Aforista nos hacemos eco de algunos de los reunidos en El ocaso del pensamiento (1940), uno de sus títulos formalmente más equilibrados y austeros, si es que se pueden usar dichos epítetos en un autor tan decididamente desmesurado.


Los aforistas y la paternidad

¿Qué queda de la paternidad en el siglo XXI? ¿Hay todavía hombres que la vivan como un hecho gozoso y crucial de sus existencias, incluso como una suerte de “bautismo” personal? Con el objetivo de aportar alguna luz a este asunto, capital en la vida de todo hombre, Libros al Albur ha invitado a varios aforistas a aportar sus textos donde dejan constancia de su experiencia personal al respecto, lo cual ha dado como fruto Fili Mei. Los aforistas y Dios, una antología que verá la luz en breve. Publicamos un breve adelanto en exclusiva.


Pessoa: aprender a no ser nadie

La obra y la personalidad de Fernando Pessoa han sido sobradamente estudiadas, analizadas e incluso desmenuzadas desde que, en 1982, se diera a conocer uno de los títulos mayúsculos del siglo XX, su proteico y deforme Libro del desasosiego. La pluralidad y heterogeneidad del autor eran, no sólo conocidas, sino fomentadas por él mismo, así que sería ocioso abundar de nuevo en ello. Aun así, tal vez se haya incidido excesivamente en su gusto por los heterónimos desde la perspectiva de la multiplicación de la identidad personal, orillando el hecho de que, detrás de ella, late un proyecto de destrucción de la misma, una verdadera tarea de conquista del anonimato esencial del ser humano.


Gil-Albert: el placer de discurrir

Un arte de vivir es un volumen misceláneo, compuesto por anotaciones dispersas entre las cuales los aforismos tienen un papel destacado, donde Juan Gil-Albert (Alcoi, 1904-Valencia, 1994) "escribe, como si se tratara de un dietario personal", en palabras de Claudia Simón, aquellas reflexiones en bruto que luego darían pie, o no, a algunos de sus poemas, ensayos o artículos de prensa. Ese carácter primario, un tanto visceral, nos permite acceder a la intimidad del escritor desde una perspectiva nueva, la cual ya habíamos avizorado en su Breviarium vitae. Son sus disquisiciones, aun inspiradas en la España de su época, de total actualidad, plenamente vigentes, lo cual nos informa, para nuestro espanto, de lo poco que cambian algunas naciones por mucho que muden sus estructuras políticas, y para nuestro consuelo, de lo mucho que perviven los buenos textos cuando apuntan a lo esencial.


Hiram Barrios: "El aforismo es una suerte de épica posmoderna"

El Aforista entrevista a Hiram Barrios, a propósito del boom aforístico que está experimentando España en los últimos años. Barrios (nacido en 1983) es escritor, traductor y catedrático. Estudió Letras en la UNAM y es especialista en Literatura Mexicana por la UAM. Ha publicado cuentos, poemas, ensayos y traducciones para distintas revistas, periódicos y suplementos culturales de circulación nacional. Textos suyos han aparecido en revistas de Colombia, Venezuela, Argentina y España. Es autor de los libros El monstruo y otras mariposas (ensayo, 2013) y Apócrifo (aforismo, 2014). Como experto estudioso del aforismo, también es responsable de la antología de autores mexicanos titulada Lapidario (2015). Es profesor de arte y literatura en el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.


Los sofismas de Vicente Núñez

Vicente Núñez (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1926 - 2002) empezó a publicar sus peculiares 'sofismas' en octubre de 1987, y siguió haciéndolo prácticamente hasta su muerte en las páginas de los periódicos Córdoba y El Correo de Andalucía. Según indica Miguel Casado, "se trata de tiradas breves, que recogen en cada caso ocho o diez frases, sin una especial ordenación ni alguna clase de afinidad temática". Estos sofismas se recogieron en volumen en varias ocasiones: Sofisma (1994), Entimema (1997) o Sorites (2000). El propio Casado publicó la antología Nuevos sofismas (Germania, Alzira, 2001), en la cual agrupaba los aforismos por temas, a modo de diccionario extravagante; con ello muchas de las anotaciones se iluminaban entre sí, logrando una apariencia sistemática que tal vez no había buscado conscientemente el autor (lo cual no significa que no existiera). En El Aforista compartimos algunos de los aforismos de este libro que más nos han llamado la atención.


Karl Kraus: el artista es el Otro

En palabras del filósofo y aforista Miguel Catalán, "de la síntesis entre lo ético estético procede la importancia del aforismo que, a partir de 1905, irá dominando toda la escritura del austríaco Karl Kraus (28 de abril de 1874 - 12 de junio de 1936), pero que constituye también la forma secreta de toda su escritura. Canetti lo expresa indicando que en sus libros y discursos nunca existió un principio organizador dominante, sino que las frases aisladas (inatacables, perfectas) iban ensamblando, el modo de sillares, una Muralla China igualmente eficaz en todas sus partes. Quintaesencia de su estilo y de un ideario personal que intentaba unificar fondo y forma, el aforismo de Kraus presenta una densidad excepcional y unas aristas cortantes, cualidades que tanto influirían en el estilo de escritura de Ludwig Wittgenstein, Elias Canetti, Thomas Bernhard o Peter Handke". El Aforista publica una breve selección de los aforismos de Karl Kraus, extraídos de La tarea del artista (Casimiro, Madrid, 2011), con la pertinente autorización de su traductor y antólogo, el propio Catalán, a quien agradecemos su generosidad.


María Zambrano: la entraña del cielo

En el libro titulado Dictados y sentencias (Edhasa, Barcelona, 1999), Antoni Marí realizó una selección de frases entresacadas de las obras de María Zambrano, tal vez la autora más densa, honda y audaz del pensamiento español de todos los tiempos. La exigencia de claridad que la propia Zambrano planteaba como horizonte moral y conceptual de la filosofía se traduce en un estilo con sobreabundancia de expresiones rotundas, apodícticas, válidas por sí mismas aunque deudoras de una cosmovisión que las ilumina y dignifica. Es por ello que la operación desnaturalizadora de Marí, y en general de todas las antologías que destilan aforismos a partir de textos de otra naturaleza, encuentra en este caso una plena justificación, tanto filosófica como poética.