Los cabos sueltos de Lorenzo Oliván


Lorenzo Oliván (Castro Urdiales, Cantabria, 1968) es un poeta y traductor español, influido por las generaciones poéticas del 27 y del 50, y por la poesía moderna anglosajona. En el año 2000 resultó ganador del premio Loewe con su poemario Puntos de fuga (Visor, 2001), y en 2003 su obra poética fue también reconocida con el premio Generación del 27 por su Libro de los elementos. Anteriormente recibió el premio Luis Cernuda por Visiones y revisiones. En abril de 2015 recibió el Premio Nacional de la Crítica por Nocturno casi. Como aforistas ha publicado varios libros de aforismos (Hilo de nadie, El mundo hecho pedazos, La eterna novedad del mundo) y Pre-Textos editó el año pasado una selección de su aforística completa, con el título Dejar la piel. Los aforismos que compartimos fueron publicados previamente por la web Poemad.


«Sistema de pensamiento» es una paradoja irresoluble. El verdadero pensamiento deja todo tipo de cabos sueltos. Debate consigo mismo y se rebate.

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Con mis pensamientos, ¿soy el pez o el pescador? Yo les lanzo mis anzuelos y cuando ya me hago ilusiones porque siento que los rondan, va uno y de un tirón me saca coleteando a una nueva realidad.

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En mi alma habitan multitud de personas y cada una de ellas, a su vez, goza con la posibilidad de ser otras muchas, y así hasta la locura.

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Tengo nostalgia de todo lo que no soy y remordimientos por todo lo que no he hecho. Soy todas esas cosas que me niegan.

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La máscara sólo se pega a nuestra propia piel cuando ésta se encuentra ya en avanzado estado de descomposición y pide a gritos la máscara.

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Escribo para conocerme mejor, pero cuanto más escribo más extraña me resulta la persona que habla en mí.

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El poema, como un tren ciego y seguro de sí, ha de avanzar con el ritmo de todo lo fatal. El poeta es sólo el maquinista que lo echa a andar, pero que apenas lo conduce. Del poema, a su vez, se sale como de los trenes antiguos, entre espesa nube blanca.

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Podo todas mis ideas para que broten luego en los demás con otras ramas nuevas.

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¿Qué nos dice mejor? ¿En qué palabras estará uno más? ¿Cuánto más cerca de los labios ellas quedarán propiciando el pronunciarlas? ¿Qué parte del lenguaje es casi de algún modo carne tuya?

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Mira el árbol aquí descortezándose para subir un poco más a él.

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Se encastilla el silencio y a ti te deja siempre indefenso a las puertas.

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Miras en círculos. ¿Cada vez más cerrados o más abiertos? ¿Influirá su propia forma en que tú te concentres? ¿Cómo consiguen asediar realidad? ¿Cómo la rinden?

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Es como si, dormidos, nuestra cabeza pensase, a la vez, con todo nuestro cuerpo y, despiertos, pensase sólo desde el cuello hacia arriba.

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A veces uno siente al crear que el estar se ha arrojado en el ser y es ya un eje sin radios.

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En la escritura, y en el arte en general, las horas de tanteo y búsqueda se echan al olvido ante la instantaneidad del hallazgo, que concentra en sí no sé qué forma de un más vasto tiempo.

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¿Y si estamos rodeados, no de fantasmas, sino de pensamientos fantasmas? ¿Y si escribir en silencio consiste sólo en agudizar el oído y cazarlos al vuelo, sin saber del todo lo que nos dicen ni por qué?

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Especular, como la propia palabra sugiere, es convertirlo todo, el mucho ancho y ajeno, en un espejo. Mirarlo y ver en él tu propio yo, extraño e íntimo.

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Si toda la realidad cabe en un punto negro de mis ojos, ¿no será que ese punto da dentro de mí mismo a alguna realidad ilimitada?

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He visto cómo el viento daba sobre los pájaros y ellos lo hacían suyo, le abrían su interior.
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Es difícil encontrar las palabras adecuadas, pero mucho más aún las inadecuadas ciertas.

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Persigue en tus aforismos el arte de las desapariciones. ¿Qué, que podrías decir, no dices e insinúas? ¿Qué sombra o rastro fugaz cruza el blanco de la página?

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Pensamientos reconcentrados. Pensamientos en los huesos. Con el solo y justo tendón que les hace moverse.

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A veces me quedo absorto contemplando cómo cae el aceite, e intentando aprender cómo consigue hacer un don de su caída.

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La lengua es un músculo sin alma, que no se cansa de hablar. Quizás sea la parte de nuestro cuerpo que en realidad menos nos pertenece.

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Miré el interior del pico de aquel pájaro: el rojo infierno del canto.

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El cine nos ha enseñado a ser quien dispara la flecha, ser la flecha en el aire, ser su diente en la diana. Y eso es la poesía: ser todo, ir hacia todo y hacer diana en un centro.

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De los símbolos, aprecias sobre todo su raíz: lo que no dejan ver y les da altura.






Enciclopedia de libros españoles de aforismos

Inauguramos nueva sección, en la que vamos a empezar a recopilar los mejores aforismos de los libros escritos por autores nacidos o residentes en España, y publicados en nuestro país a partir del año 2010 en adelante. Lo hacemos para reunir en un único espacio virtual la más ingente cantidad de información posible sobre este tema, a modo de "enciclopedia" para su consulta por parte de cualquier interesado o estudioso en el futuro. Las primera obras que incorporamos son los libros de Carlos Marzal, Ana Pérez Cañamares, Manuel Neila, Victoria León, José Luis Morante, Ander Mayora, Jordi Doce, Dionisia García, Fernando Menéndez, Erika Martínez, Felix Trull, José Antonio Santano, Emilio López Medina, Carmen Canet, José Ángel Cilleruelo, Pedro Roso, Antonio Rivero Taravillo, Miguel Ángel Arcas, Gabriel Insausti y Mario Pérez Antolín, entre otros.


Los aforistas que se ocupan de Dios

Una somera lectura de los libros publicados en España en los últimos años, y ciñéndonos exclusivamente al siglo XXI, nos permite afirmar, de manera taxativa, que los aforistas españoles vivos, contra la impresión apresurada, sí se ocupan de Dios. A propósito de la publicación de la antología Las cosas que no son. Los aforistas y Dios por parte de Libros al Albur, reunimos un puñado de aforismos sobre Dios escritos por Juan Kruz, José Luis García Martín, Gregorio Luri o Jesús Cotta, entre muchos otros.


De poetas a aforistas

Iniciamos en El Aforista una ronda de entrevistas con poetas que, en un momento dado, empezaron a cultivar el género más breve, hasta incorporarlo a su quehacer cotidiano. Contribuyen Ana Pérez Cañamares, León Molina, José Luis Morante, Raquel Vázquez, Karlos Linazasoro y Erika Martínez, entre otros.


Cioran: la pausa del espíritu

Émil Cioran fue uno de los escritores más personalmente antihumanistas del s. XX. Nacido en Rumanía, hijo -como Nietzsche- de un pastor, recaló en París hasta su muerte, renegando de todos los rebaños. Sus libros, justamente célebres por su pesimista visión de la existencia, poseen una bella melancolía que los salva de la insulsa salmodia quejica. En ellos, además, encontramos muchos de los aforismos más redondos de la filosofía reciente; herederos, en parte, de los del Schopenhauer de Parerga y Paralipomena, así como de los textos breves de Lichtenberg y Kierkegaard, abordan de manera acerada y cruel algunos de los temas lacerantes de nuestra condición humana: la plenitud imposible, la muerte, el fracaso, la historia y sus pesos, la poesía y sus contrapesos...  En El Aforista nos hacemos eco de algunos de los reunidos en El ocaso del pensamiento (1940), uno de sus títulos formalmente más equilibrados y austeros, si es que se pueden usar dichos epítetos en un autor tan decididamente desmesurado.


Los aforistas y la paternidad

¿Qué queda de la paternidad en el siglo XXI? ¿Hay todavía hombres que la vivan como un hecho gozoso y crucial de sus existencias, incluso como una suerte de “bautismo” personal? Con el objetivo de aportar alguna luz a este asunto, capital en la vida de todo hombre, Libros al Albur ha invitado a varios aforistas a aportar sus textos donde dejan constancia de su experiencia personal al respecto, lo cual ha dado como fruto Fili Mei. Los aforistas y Dios, una antología que verá la luz en breve. Publicamos un breve adelanto en exclusiva.


Pessoa: aprender a no ser nadie

La obra y la personalidad de Fernando Pessoa han sido sobradamente estudiadas, analizadas e incluso desmenuzadas desde que, en 1982, se diera a conocer uno de los títulos mayúsculos del siglo XX, su proteico y deforme Libro del desasosiego. La pluralidad y heterogeneidad del autor eran, no sólo conocidas, sino fomentadas por él mismo, así que sería ocioso abundar de nuevo en ello. Aun así, tal vez se haya incidido excesivamente en su gusto por los heterónimos desde la perspectiva de la multiplicación de la identidad personal, orillando el hecho de que, detrás de ella, late un proyecto de destrucción de la misma, una verdadera tarea de conquista del anonimato esencial del ser humano.


Gil-Albert: el placer de discurrir

Un arte de vivir es un volumen misceláneo, compuesto por anotaciones dispersas entre las cuales los aforismos tienen un papel destacado, donde Juan Gil-Albert (Alcoi, 1904-Valencia, 1994) "escribe, como si se tratara de un dietario personal", en palabras de Claudia Simón, aquellas reflexiones en bruto que luego darían pie, o no, a algunos de sus poemas, ensayos o artículos de prensa. Ese carácter primario, un tanto visceral, nos permite acceder a la intimidad del escritor desde una perspectiva nueva, la cual ya habíamos avizorado en su Breviarium vitae. Son sus disquisiciones, aun inspiradas en la España de su época, de total actualidad, plenamente vigentes, lo cual nos informa, para nuestro espanto, de lo poco que cambian algunas naciones por mucho que muden sus estructuras políticas, y para nuestro consuelo, de lo mucho que perviven los buenos textos cuando apuntan a lo esencial.


Hiram Barrios: "El aforismo es una suerte de épica posmoderna"

El Aforista entrevista a Hiram Barrios, a propósito del boom aforístico que está experimentando España en los últimos años. Barrios (nacido en 1983) es escritor, traductor y catedrático. Estudió Letras en la UNAM y es especialista en Literatura Mexicana por la UAM. Ha publicado cuentos, poemas, ensayos y traducciones para distintas revistas, periódicos y suplementos culturales de circulación nacional. Textos suyos han aparecido en revistas de Colombia, Venezuela, Argentina y España. Es autor de los libros El monstruo y otras mariposas (ensayo, 2013) y Apócrifo (aforismo, 2014). Como experto estudioso del aforismo, también es responsable de la antología de autores mexicanos titulada Lapidario (2015). Es profesor de arte y literatura en el Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México.


Los sofismas de Vicente Núñez

Vicente Núñez (Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1926 - 2002) empezó a publicar sus peculiares 'sofismas' en octubre de 1987, y siguió haciéndolo prácticamente hasta su muerte en las páginas de los periódicos Córdoba y El Correo de Andalucía. Según indica Miguel Casado, "se trata de tiradas breves, que recogen en cada caso ocho o diez frases, sin una especial ordenación ni alguna clase de afinidad temática". Estos sofismas se recogieron en volumen en varias ocasiones: Sofisma (1994), Entimema (1997) o Sorites (2000). El propio Casado publicó la antología Nuevos sofismas (Germania, Alzira, 2001), en la cual agrupaba los aforismos por temas, a modo de diccionario extravagante; con ello muchas de las anotaciones se iluminaban entre sí, logrando una apariencia sistemática que tal vez no había buscado conscientemente el autor (lo cual no significa que no existiera). En El Aforista compartimos algunos de los aforismos de este libro que más nos han llamado la atención.


Karl Kraus: el artista es el Otro

En palabras del filósofo y aforista Miguel Catalán, "de la síntesis entre lo ético estético procede la importancia del aforismo que, a partir de 1905, irá dominando toda la escritura del austríaco Karl Kraus (28 de abril de 1874 - 12 de junio de 1936), pero que constituye también la forma secreta de toda su escritura. Canetti lo expresa indicando que en sus libros y discursos nunca existió un principio organizador dominante, sino que las frases aisladas (inatacables, perfectas) iban ensamblando, el modo de sillares, una Muralla China igualmente eficaz en todas sus partes. Quintaesencia de su estilo y de un ideario personal que intentaba unificar fondo y forma, el aforismo de Kraus presenta una densidad excepcional y unas aristas cortantes, cualidades que tanto influirían en el estilo de escritura de Ludwig Wittgenstein, Elias Canetti, Thomas Bernhard o Peter Handke". El Aforista publica una breve selección de los aforismos de Karl Kraus, extraídos de La tarea del artista (Casimiro, Madrid, 2011), con la pertinente autorización de su traductor y antólogo, el propio Catalán, a quien agradecemos su generosidad.


María Zambrano: la entraña del cielo

En el libro titulado Dictados y sentencias (Edhasa, Barcelona, 1999), Antoni Marí realizó una selección de frases entresacadas de las obras de María Zambrano, tal vez la autora más densa, honda y audaz del pensamiento español de todos los tiempos. La exigencia de claridad que la propia Zambrano planteaba como horizonte moral y conceptual de la filosofía se traduce en un estilo con sobreabundancia de expresiones rotundas, apodícticas, válidas por sí mismas aunque deudoras de una cosmovisión que las ilumina y dignifica. Es por ello que la operación desnaturalizadora de Marí, y en general de todas las antologías que destilan aforismos a partir de textos de otra naturaleza, encuentra en este caso una plena justificación, tanto filosófica como poética.