El laborioso exilio del habla disconforme

 

José Luis Morante.- Cuando se postulan indagaciones críticas sobre la calidad muscular del aforismo contemporáneo sale al paso, de inmediato, el peso nominal de José Luis Trullo. Instalado en Sevilla desde hace dos décadas, muestra su despliegue activista como editor de la colección Libros al Albur, coordinador de contenidos y director de la revista digital El Aforista, fuerza germinal de iniciativas como la plataforma literaria Apeadero de Aforistas, y aforista de obra amplia y desdoblada en su heterónimo Felix Trull, cuyo trayecto creador ha dejado casi media docena de entregas y está presente en numerosas antologías del género.

El volumen Expirar en la frase más breve marca ruta de amanecida con la introducción del ensayista y filósofo Javier Recas, quien visualiza el intervalo áureo que el decir breve protagoniza en la última década. Desde su condición fragmentaria y minimalista, esta forma de pensamiento propaga un dinamismo incansable. Impulsa un continuo fluir de entregas, el nacimiento de nuevas colecciones y algunas relevantes fotos de grupo. Y en esta solidificación de la estrategia lacónica, como se ha dicho, resalta el quehacer de José Luis Trullo y su actividad como promotor de tareas que superan el estado de provisionalidad y lo especulativo. El análisis de Recas concluye que en el afán del escritor “Hay una apuesta, en definitiva, por la explotación de las posibilidades semánticas del género, por fortalecer su peculiar apertura de sentido, algo que, a juicio del autor, se halla en el epicentro del aforismo”.

Esta invitación lectora de Expirar en la frase más breve se organiza en calas dispares. Por un lado se postula el enfoque teórico en capítulos como “El aforismo ante el espejo”. En el mínimo decir están presentes la indeterminación y la ambigüedad semántica, lo que libera al aforismo de cualquier definición cerrada. De este modo, la metaforística es la evidencia de un fracaso, un paso más hacia ninguna parte, que busca una profundización sostenida, tal como muestra la selección textual integrada. Nos parece muy acertado, en este proceso de cristalización del aforismo, sondear la perspectiva moral; de ello trata la disección “Ética del aforismo” que enfoca el género desde la plenitud selectiva de los valores humanos del ser social; de este modo, el aforismo traspasa su mera condición lingüística para ser reflejo de la conducta personal; un elemento de anclaje de la forma de ser.

Los atributos formales del aforismo impulsan la contribución de los artículos “Más allá de la brevedad”, “Del cuaderno al aforismo” y “Aforismo y poesía: convergencias resonantes”; resultan clarificadores ejercicios de análisis del legado conciso, la magmática pluralidad de su molde expresivo, la economía de su lenguaje y el contraste de vetas que plantean las derivaciones del aforismo intimista, filosófico, o de los enunciados sociológicos. El ir y venir por los escenarios argumentales levanta intereses mudables,  en ellos, José Luis Trullo destaca como aspectos relevantes: la apertura simbólica, la connotación elusiva, la síntesis denotativa y la permanente indagación para trazar sendas a las bifurcaciones semánticas de intuiciones y asombros.

El conjunto se completa con percepciones que penetran en estratos de fuerte connotación en el devenir del pensamiento fragmentario. Es el caso por ejemplo del tema de Dios como núcleo de reflexión confrontada entre la fe y el escepticismo del ateo. José Luis Trullo se posiciona de forma nítida y en el artículo “Dios habla en aforismos” aborda la presencia divina en el lenguaje humano del aforismo y busca su dimensión transcendente, como hiciera en su día  Joseph Joubert, de quien selecciona un amplio paisaje textual en torno a Dios. Otros asuntos argumentales tienen un recorrido más contingente, como la conexión entre aforismo y pensamiento, la defensa de los libros de aforismos como entidades orgánicas y con sentido y las peculiaridades de incuestionables magisterios del canon como Carlos Edmundo de Ory, Fernando Pessoa, Paul Valéry o Elías Canetti. 

Expirar en la frase más breve supone la valiosa aportación teórica de uno de los mejores conocedores del género. Muestra búsquedas y exploraciones con espíritu crítico de quien percibe en el aforismo un sistema abierto de posibilidades expresivas, virtualidades argumentales y conjeturas empeñadas en dibujar el perfil indeciso de un género en crecimiento. Más allá de la prepotencia de las respuestas, José Luis Trullo sabe que el aforismo habita en la intemperie, vuelto hacia sí mismo, haciendo de la duda y el misterio el laborioso exilio del habla disconforme.

 

OTRAS RESEÑAS

Demetrio Fernández Muñoz, La lógica del fósforo

Javier Recas, El arte de la levedad

J.L. Trullo y A. Mayora, Meandros. En torno a Heráclito

José Luis Morante (ed.), 11 aforistas a contrapié

Antonio Rivero Taravillo, La orfandad de Orfeo

Ángel Crespo, Escrito en el aire. Aforismos 1975-1995

José Camón Aznar, Aforismos del solitario

Juan Manuel Uría, Dos por tarde

Rafael Ibáñez Molinero, La VIDA en minúscula

Felix Trull, Y de pronto, amanece

Javier Recas, Una aguda y grácil miniatura

Elías Moro, Lo inseguro

Emilio López Medina, La ignorancia

Hiram Barrios (ed.), Aforistas mexicanos actuales

AA.VV., Marcas en la piedra

J.L. Trullo y M. Neila (eds.), El cántaro a la fuente

Gregorio Luri: El amparo de las sombras

Miguel Catalán: Suma y sigue

León Molina: Tirar la piedra y esconder la mano

Miguel Ángel Gómez: Caída libre

Rosario Troncoso: Relámpagos

Miguel Ángel Alonso Treceño: Consciencia y viceversa

VV.AA.: Juega o muere. Los aforistas y lo lúdico

Francisco Ferrero: Un silencio propio

Carmet Canet y Javier Bozalongo: Cóncavo y convexo

Miguel Catalán: Suma breve

Gabriel Insausti: Estados de excepción

Rosendo Cid: Los consejos no son un buen sitio para quedarse a vivir

Javier Vela: El libro de las máscaras

Miguel Ángel Arcas: Los tres pies del gato

León Molina (ed.): La poesía es un faisán

Felix Trull: La lección de Pulgarcito

Javier Sánchez Menéndez: Concepto

Jesús Montiel: El amén de los árboles

Emilio López Medina: Del amor y todo lo que le es propio

Carmen Canet: La brisa y la lava

Eugenio d'Ors: Gnómica

Ricardo Virtanen: El funambulista ciego

Juan Manuel Uría: La ciencia de lo inútil

Antono Cabrera: Gracias, distancia

Antonio Rivero Taravillo: Vida en común

Emilio López Medina: El arte jovial

Mario Pérez Antolín: Crudeza

Fili Mei. Los aforistas y la paternidad

Jacob Iglesias: Ovejas negras

Jaime Fernández: Maniobras de distracción

Francisco Ferrero: La revolución de la paciencia

Felix Trull: Líneas de flotación

Ramón Eder: Pequeña galaxia

Las cosas que no son. Los aforistas y Dios

Ramón Eder: Palmeras solitarias

Hiram Barrios: Apócrifo

Aitor Francos: Camas

Carmen Canet: Luciérnagas

Juan Eduardo Cirlot: Aforismos del no mundo

Manuel Neila: El juego del hombre

Carmen Camacho: Fuegos de palabras

Gabriel Insausti: Saque de lengua

Victoria León: Insomnios

Ander Mayora: El páramo

Eliana Dukelsky: Crianza

León Molina (ed.): Verdad y media

Sergio García Clemente: Mirar de reojo

Benito Romero: Horizontes circulares